martes, 14 de febrero de 2017

Como una reina

  —¡Corre, no seas tonta! —grita Manuela al personaje de la pantalla.
La rubia guapa lleva unos huevos enormes en la mano. Tragedia segura, piensa. Siguientes escenas: un mozalbete cayendo desde una torre, un señor intrigante, una mujer envenenada y unos parentescos que le sobrepasan. Comen, beben, aman, odian y además otras cosas de capa, espada y fantasía.
—¿Qué haces levantada? —dice su nieta.
—Ver la novela.
—Ya estás con el sueño cambiado otra vez. Vete a la cama, anda.  
—Espera, el menudillo empieza a caerme bien. ¡Tráeme una manta, nena, que estoy helada!
(No abandonaré mi trono. ¡Para una vez que tengo el mando!). 


No hay comentarios:

Publicar un comentario