En
la noche del 14 de febrero de 1.967 un barco recaló, para protegerse de la
tormenta, en las brumas sulfurosas de una isla que no aparecía en los mapas, al
norte de Rutherfordio. La tripulación encontró, en una construcción de troncos
mal dispuestos, a una mujer ausente en un mundo del que no lograron sacarle y
con un aspecto incierto, porque la falta de luz y el hecho de que su cuerpo
estuviese bajo una lona mugrienta, les hizo simplemente intuir a una piltrafa
humana estragada por su estancia en ese lugar después de un naufragio, pero estaba
viva. Los marineros, pese a estar curtidos en aguas tenebrosas, sintieron cierto
desasosiego. La noche fue larga. Bebieron para pasar el trago. Al amanecer les
despertó un ronroneo de procedencia desconocida. La mujer estaba sentada
apoyando la espalda en una roca. Sujetaba una cestilla hecha de tallos
entretejidos. Estaba preparada para marchar.
Cuando el capitán Ununpentio le dio
la bienvenida en cubierta, sufrió un mareo. El recipiente cayó derramando su
contenido. Había un trozo de madera con un plumín de hueso, un cuenco con
restos resecos de algo negruzco, un sílex, dos agujas de piedra, un diminuto corazón
momificado y una piel animal garabateada por ambas caras. La primera frase de
la lista decía: “Ciclón y yo ya somos inseparables”. Extendió la mano
suplicando la devolución de sus cosas y levantó la cara. Se vieron entonces unas
uñas curvadas y puntiagudas, una pulsera de pelo sedoso más incrustada en su
carne que bailando en su muñeca, unos ojos dorados como doblones antiguos y
unos colmillos minúsculos en comparación con las otras piezas, pero muy
afilados. Lamió el dorso de la mano y la pasó por su pómulo derecho. Levaron
anclas y pusieron rumbo al sol.
Atardecía cuando echaron de menos a
Wolframio. Concluyeron que había caído por la borda durante la tempestad. En la
playa, el joven perseguía a la gata Tormenta, buscando en ella la sangre, la
compañía y algo que sobre la marcha se le ocurriría, porque intuyó que tenía por
delante un año para averiguarlo… o cincuenta.
Publicado en el dossier nº 154 -Gatos- de la revista digital miNatura. Ciencia Ficción, Terror y Fantasía. Página 97
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