martes, 20 de diciembre de 2016

Panacea

El bibliotecario tomó “Sol de otoño” de Fiódor Smirnoff de la bodega, lugar secreto donde reposaban las rarezas, entre ellas el incunable legendario recién encontrado. La falsa cubierta disfrazaba un antiguo tratado medicinae. Una nota de su antecesor en la guarda le advertía, pero la tinta púrpura como hollejo de garnacha le hizo imprudente. Elaboró el bálsamo de un tal Blas el Feo, mas los enrevesados tipos góticos y su insuficiente dominio del latín hicieron que errase ingredientes, así se explica: le salió una sangría. No curaba, pero pasó muy animado toda la estación.

´¿Quien sabe la fórmula del Bálsamo de Fierabrás?

No hay comentarios:

Publicar un comentario