Mimí aprendió a valorar las cosas pequeñas ¿por qué no escribirle sobre esos objetos aparcados en la memoria?. A veces encierran toda una historia, en ocasiones son solo un instante, en otras se convierten en hilo para comenzar, retomando, un nuevo rumbo.
Hay una seta llamada bonete, de curiosas características, y que tiene el ampuloso nombre de Gyromitra esculenta. Su sombrero asemeja ligeramente a un cerebro. Es de olor atrayente y afrutado, pero guarda un secreto: es comestible mas para quien se considere muy valiente, porque a unas personas no les afecta y a otras les puede intoxicar, e incluso llevar a la muerte.
Me quedo con la cofia de Mimí, que parece más inocua, aunque también serviré algún plato más arriesgado con aderezo de giromitrina. ¡Buen provecho!
... un bonete de encaje
todo bordado en rosa;
le sienta bien a mis cabellos castaños.
Hace mucho tiempo que deseaba un bonete así
que él ha leído lo que mi corazón ocultaba
Pero quien lee dentro de un corazón
conoce el amor y es un buen lector.
Illica y Giacosa (en italiano en el original, claro)
CAMP: ¡Adelante con ello y suerte!
ResponderEliminarSerá un placer seguirte y descubrir esas pequeñas historias que compiten por salir de tu corazón.
ResponderEliminarDisfruta mucho de esta aventura.
Un abrazo.
Gracias por tus buenos deseos. Abrazos.
EliminarAupa... Siempre p'alante
ResponderEliminarGracias. Retrocedecer jamás. Un saludo.
EliminarSiempre p'alante. No rebles
ResponderEliminarNunca. Gracias por los ánimos.
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