El sujeto daba cuenta con avidez
de un valiente plato de duelos y quebrantos. A través de una pared transparente
le observaban El Cura y El Barbero, nombres con los que les bautizó a su
llegada. Las luces del techo realzaban las violáceas pieles de ambos. Su trio
de ojos anaranjados, extrañamente, ya no le parecían tan inquietantes. Quiso la
fortuna que le registrasen con el nombre de espécimen ALONSO1605QUI, y desde el
principio mostraron un interés por su persona que no le pasó desapercibido.
El sujeto hablaba un lenguaje
anterior a la versión 2.0, y no les quedó otro remedio que implantarle un
conector de última generación, pero, aún con eso, no interpretaban bien su
verbo, que les parecía parlamentos de un sinseso. Desde entonces él sí que les
comprendía, y hasta leía sus pensamientos, pero ellos ésto lo ignoraban.
-Saludos –pronunció El Cura irrumpiendo
en la celda. Alzó el hombro derecho, pues tenía por cierto que sin gestos no
había entendimiento.
-Non recuerd mi persona asdfg viandasss
+dignas de alta messsa ni servidds de forma tantan pulida –contestó irónico. Después,
el saludo: levantó los hombros en
alternancia, plantó el pulgar en la nariz y agitó los otros dedos en aleteo
acompasado.
El sujeto, cuando las lunas le inspiraban,
se daba de calabazadas contra la puerta en pena de corazón llagado por una dama
lejana. Aderezaba el cuadro con delirios
de enderezador de tuertos y de reparador de agravios, envistiendo con adarga
imaginaria a viles criaturas y simulando volar en un caballo que le llevaba de
regreso a un lugar tan inalcanzable, que de su nombre ya no se quería ni
acordar. Recibía sayos nuevos de lo más fino. Su porte, otrora recio y seco de
carnes, se había fortalecido, y su rostro ya no era tan enjuto. El ingenioso ALONSO1605QUI
ideó ser bufón en Barataria, pues de otro modo, hace tiempo que se habría
tornado en chacina para las bodas de Camacho.
Publicado en el dossier nº 153 -Universo Quijote- de la revista digital miNatura. Ciencia Ficción, Terror y Fantasía. Página 74.